Decálogo para un
puerperio feliz
1.
Entrégate al vínculo. Disfruta del enamoramiento de tu bebe, de esa locura de amor. No temas la
sensación de no ser tu misma. Al fin y al cabo, no solo ha nacido un bebé,
también ha nacido una madre.
2.
Confía en ti. Vas a amar mucho a tu hijo y vas a ser una buena madre. Confia en tu
cuerpo, está preparado para dar alimento y cobijo al bebé. Puedes cuidarlo y
hacerlo feliz, el te necesita y vas a hacerlo bien.
3.
Recuerda que antes que nada están ustedes dos. Di no a las visitas que no desees, con
dulzura pero con seguridad. Necesitáis intimidad y descanso. Si la casa esta desordenada no es ahora lo más importante del
mundo.
4.
Pide ayuda antes de estar superada. Expresa tus preocupaciones y tus
necesidades. Si no puedes con la casa, no te martirices. Recuerda que antes las
mujeres puérperas recibían cuidados de otras mujeres experimentadas y
colaboración en las tareas. Lo más importante es que descanses y cuides del
bebé. Si tienes otros hijos busca ayuda para poder hacerlo.
5.
Descansa siempre que
puedas. Acuéstate cuando el bebe duerma.
Colecha o duerme al lado del bebé, así ni se despertará tanto ni te desvelaras
cuando pida el pecho.
6.
Da el pecho. Recuerda que tu leche
alimenta, que no hay leches aguadas. Destierra ese y otros mitos sobre la lactancia. Infórmate con expertos de verdad, que
apoyen la lactancia materna y sepan sobre ella. Acude a un grupo de apoyo si
tienes alguna duda o preocupación. La lactancia te va a ayudar tanto emocional
como corporalmente a conseguir el equilibrio.
7.
Busca el soporte emocional de otras madres experimentadas
y sensibles. Investiga si hay un grupo de apoyo a
la crianza en tu zona. Plantéate si una doula puede hacerte falta y no descartes
la idea por novedosa. Si te sientes sola o aislada, seguro que otras madres
pueden ayudarte.
8.
Conéctate a tu bebé,
aprendiendo a entender sus mensajes. Los bebés si llevan
“manual de instrucciones”, ellos mismos. Si aceptamos la idea de que el niño es
capaz de identificar lo que necesita y pedirlo, es mucho más sencillo. Los
demás mamíferos tienen solo su instinto y se comunican con sus crías. Confiando
en el nuestro podemos hacerlo. Hay que dejar salir el instinto y racionalizar
menos.
9.
Olvídate del
reloj. Tu ritmo es el del bebé. La lactancia
no tiene horarios. No cuentes las tomas, deja que el bebé viva pegado a tu
cuerpo. Esconde el reloj. No va ser para siempre. Pero sí en estos primeros
días. Concédetelo. Vale la pena. Inviertes en felicidad, y eso vale más
que nada, así que si puedes, contrata ayuda.
10.
Haz lo que tu
sientas, no lo que te digan. Es el momento de
hacerte mas libre. La opinión de los demás no tiene que ser tu guía. Concédete
hacer las cosas como te hagan más feliz, no como “hay que hacerlo”. Tira las
ideas preconcebidas a la basura, y déjate fluir. Puedes coger al bebé en brazos
todo lo que te apetezca, así que adelante, reinventa todo y cría a tu pequeño
como te salga del corazón.
¡GRACIAS POR CONFIAR!
LIC. MARCELA PINTOS